El pasado 17 de agosto se llevó a cabo la XX Peregrinación Nacional al Parque-monumento de la ciudad, en conmemoración de la masacre de Trujillo (Valle del Cauca). Casi treinta años después, las víctimas siguen resistiendo, reclamando justicia y construyendo memoria.
Entre 1988 y 1994 fueron asesinadas al menos 342 personas en la ciudad de Trujillo a manos de paramilitares y agentes del Estado, crímenes de lesa humanidad que aún se encuentran en la más absoluta impunidad. Aún hoy, las familias de las víctimas de aquella atrocidad siguen siendo acosadas, perseguidas y amenazadas.
En los años 2002 y 2003 se llevó a cabo la inauguración del Parque Monumento a la Vida y el traslado de los restos mortales de las víctimas de la cruel masacre de Trujillo: una secuencia de desapariciones forzadas, torturas, homicidios selectivos, detenciones arbitrarias y masacres, de carácter generalizado y sistemático, ocurridas en los municipios de Trujillo, Riofrío y Bolívar, en el norte del Valle del Cauca.
Como hace ya 20 años, la Asociación de Familiares y Víctimas de la masacre de Trujillo (AFAVIT) participó en esta Peregrinación con el objeto de preservar las memorias de las víctimas de la masacre. Una de sus miembros, Maritze Trigos, participó en la primera edición del Programa de Acogida Temporal a Personas Defensoras de Derechos Humanos del Ayuntamiento de Madrid del pasado año. El Programa, que se inserta en el Plan Estratégico de Derechos Humanos del Ayuntamiento, busca contribuir al cumplimiento de los compromisos municipales en este ámbito.
Las imágenes del video reflejan parte de la ceremonia en la que se reivindica la memoria y reparación de las víctimas.