El juego del escondite metáfora de la huida de los refugiados, articula esta obra del cineasta David Muñoz, ganador de un Goya en 2010 por Flores de Ruanda. Esconderse de la violencia y buscar a diario los medios para sobrevivir son dos constantes en la vida de los más de 10 millones desplazados por el conflicto. Partiendo de esta premisa, el cineasta malagueño presenta una historia en varias capas que busca reflejar la vida en un asentamiento informal de refugiados y los retos diarios para la supervivencia.
Rodado en agosto de 2014 en Líbano, este proyecto compartido de David Muñoz y Acción contra el Hambre y con apoyo financiero de la Cooperación Española (AECID), supone una apuesta por transmitir esta realidad usando nuevos lenguajes. Se trata de un proyecto cinematográfico de realidad-ficción, abierto y participado por los propios refugiados con el que se busca visibilizar lucha por sobrevivir y que su voz no se pierda entre las cifras y datos que recibimos a diario.