Cuando aún recordamos las celebraciones de nuestro vigésimo aniversario, que coincidió con nuestro cambio de nombre, nos vemos ya cumpliendo nuestro primer cuarto de siglo.
En este aniversario de veinticinco años queremos sobre todo reconocer el trabajo, esfuerzo y compromiso de nuestras ONGD asociadas. Un gran número de ellas ha permanecido en la Red desde nuestro nacimiento hasta ahora; otras se han ido incorporando a lo largo de estos años. Entre todas han ido aportando la fuerza de la solidaridad, no solo colaborando codo con codo con sus socias locales en los más de cincuenta países donde trabajan, sino también informando, formando y sensibilizando a la población madrileña en los valores de solidaridad, justicia, equidad y sostenibilidad.
Pero además de dar apoyo y representar a las ONGD, las Red de ONGD, que nació como FONGDCAM, ha desarrollado un trabajo propio. Hemos participado en proyectos de desarrollo comunitario, organizado programas formativos e investigaciones sobre desarrollo y dado voz a los sin voz. Hemos liderado la difusión de la Agenda 2030 en nuestra región, e incidido en su implantación. Hemos acercado la cooperación para el desarrollo a los vecinos y vecinas de Madrid y nos hemos acercado a otros colectivos con los sabemos que compartimos el objetivo de crear una mundo más justo, equitativo y sostenible.
En veinticinco años hemos crecido y cambiado mucho, afortunadamente. Echando la vista atrás podemos arrepentirnos de muchas cosas, pero nunca de querer buscar una mejor manera de trabajar en nuestro compromiso con las personas más vulnerables. Hemos sido siempre auto exigentes y nuestro nivel de debate ha sido siempre muy alto, lo que nos ha permitido evolucionar desde aquella cooperación que se hacía más desde el corazón a una más global que ha ido incorporando y poniendo en el centro de nuestro trabajo conceptos clave como los derechos humanos, la equidad de género, la sostenibilidad medioambiental o la coherencia de políticas.
Así mismo, las circunstancias nos han hecho cambiar: el mundo de hace veinticinco años no es el mismo de ahora, aunque persisten y se han agudizado retos como la pobreza y la desigualdad extrema, los conflictos armados, los movimientos migratorios y las discriminaciones de todo tipo. Pero también hemos vivido momentos de gran esperanza: desde el tiempo del dividendo por la paz, al fortalecimiento de los movimientos feministas, LGTBQI y de defensa medioambiental y los recientes movimientos sociales y de participación ciudadana.
Actualmente nos enfrentamos a un nuevo reto: la pandemia global del coronavirus que desembocará en una profunda crisis económica, política y social. Pero precisamente la rápida extensión de esta pandemia nos ha mostrado que vivimos en un mundo sumamente interconectado que solo podrá enfrentarse a retos globales con soluciones globales. Y el compromiso internacional con la Agenda 2030 es un excelente marco de referencia para seguir actuando localmente pensando globalmente. Con esta perspectiva la Red seguirá trabajando para contribuir a la construcción de un mundo global, tolerante y respetuoso con las personas y el planeta.
En este veinticinco aniversario, como presidenta de la Red de ONGD y en representación de la Junta Directiva, damos las gracias a nuestras ONGD, que son nuestra razón de ser, a las administraciones que mantienen su compromiso por una política pública de cooperación para el desarrollo, a los colectivos sociales de los que tanto aprendemos, a las instituciones que han colaborado y siguen colaborando con la Red y por supuesto a esa población madrileña por su compromiso para que NADIE QUEDE ATRÁS.
Sonsoles Garcia Nieto