- El nuevo informe de Oxfam Intermón constata que la desigualdad es un fenómeno global fruto de un reparto perverso de la riqueza. Un 1% de la población mundial acumula más que el 99% restante.
- Desde el inicio de la crisis, España se ha convertido en el segundo país de la Unión Europea, tras Chipre, donde más ha crecido la desigualdad de renta.
18/01/2017. Un año más, Oxfam Intermón publica su informe sobre desigualdad con datos sobre reparto de la riqueza en todo el mundo. “Una economía para el 99%” es el título de su propuesta para avanzar hacia una economía más humana. En los días previos al Foro de Davos de 2017, las cifras globales revelan que tan sólo 8 personas (8 hombres en realidad) poseen ya la misma riqueza que 3.600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad. La súper concentración de riqueza sigue imparable. El crecimiento económico tan sólo está beneficiando a los que más tienen.
España, que se aferra a los últimos años de crecimiento econó-mico como un síntoma del cambio de ciclo, tampoco logra curar las profundas heridas y necesidades surgidas tras años de crisis. Desde 2014 crece el PIB, pero los resultados de esta reactivación económica solo parecen beneficiar a una minoría mientras que la desigualdad se cronifica e intensifica. Los datos de Oxfam sobre nuestro país demuestran que la fortuna de tan sólo 3 personas equivale ya a la riqueza del 30% más pobre del país, es decir, de 14,2 millones de personas. Mientras en 2015 este 30% más pobre vio reducida su riqueza en más de una tercera parte (-33,4%), la fortuna de las tres personas más ricas del país aumentó un 3%.
En 2015 ya conocimos que Madrid era la región más segregada de Europa, con una fuerte diferencia entre las rentas en poblaciones del norte y del sur de la Comunidad. Desde la Red de ONGD de Madrid hemos apostado por una línea de trabajo que aborde esta problemática, como parte de nuestra lucha por el desarrollo global. Como señala el informe de Oxfam, un sistema de recaudación de impuestos adecuado y la lucha contra el fraude son dos herramientas imprescindibles para luchar contra la desigualdad.
Somos parte de la Plataforma por la Justicia Fiscal porque creemos en un sistema de mayor progresividad, en la lucha contra el fraude fiscal y en el establecimiento de mecanismos que exijan una mayor transparencia de las empresas. Ya nos pronunciamos, por ejemplo, sobre nuestra postura a favor de la recuperación del impuesto sobre el patrimonio en Madrid, única región donde no se paga.
Y es que la desigualdad es un fenómeno que nos atraviesa, tanto a las trabajadoras textiles de Bangladesh o a las familias que viven de la agricultura en Kenia, como a los barrios y localidades más pobres de Madrid.