Estudiar el trauma psicológico es enfrentarse a la vulnerabilidad humana, ser testigo de acontecimientos terribles y ser coparticipe del dolor, que puede resultar inenarrable para quien lo padece.
El trauma es producto de acontecimientos que hieren nuestro sentido de la seguridad y del bienestar, y que nos llena de creencias falsas o destructivas sobre nosotros mismos y/o sobre el mundo. Los sucesos adversos de la vida son susceptibles de producir impacto traumático. Pero los acontecimientos traumáticos son extraordinarios en la medida que superan las capacidades adaptativas habituales de los seres humanos a la vida.